miércoles, 7 de marzo de 2012

Capitulo 22 Distraccion



Maratón 2/7


Miraba los coches pasar, no pasaban muchos, al ser la una de la madrugada todos deberían estar durmiendo... a excepción de mi.
Recargue mi cabeza en el marco de la ventana aun pensando en que hacer...
Esa noche mi padre y yo nos habíamos retirado hacia cerca de las 4 de la madrugada, el tenia que trabajar al día siguiente... nunca descansa.
En fin, afortunadamente, esa noche, no paso nada entre Nick y yo, solo cruzamos unas cuantas palabras sin tocar el tema. Supongo que el debió haber notado mi incomodidad después de lo que me susurro, no estoy segura.
No había visto a Nick, ni a Greys, tampoco a Justin... había pasado casi tres semanas desde que había salido, y una semana desde que inicio el año.
Tome un poco del agua de naranja que tenia a un lado. Se que era demasiado tarde como para estar bebiendo eso, aun asi... me gustaba.
No sabia que mas hacer y ya no quería darle vueltas a ese pensamiento, decidí irme a la cama, me baje de la ventana en la que estaba sentada, tome el vaso ya vacío y lo deje en el tocador, ya mañana lo sacaría.
Me metí a la cama aunque sin sueño, no importaba si no dormía, a pesar de que estaba a la mitad de la semana, estaba de vacaciones, aun tenia otras tres semanas de libertad.
Cerré los ojos tratando de hundirme en sueños... quizá asi podría visitar mi paraíso.


Sentí una brisa fría, abrí los ojos buscando el origen con la mirada, al parecer había dejado la puerta abierta, me levante y camine hacia la ventana, me asome por ella y distinguí unos cuantos copos de nieve que iban callendo, aunque no lograban tocar el suelo, se derretían antes de tiempo. Sonreí y cerré las ventanas.
Tallandome los ojos me dirigí hacia el baño para lavarme la cara, después tome el vaso que horas atrás había dejado en el tocador, baje las escaleras dirigiéndome a la cocina, lave el vaso y lo seque dejándolo nuevamente en su lugar.
Me prepare el desayuno, pique algo de fruta llenando un plato y me serví jugo. Me senté a desayunar en la mesa de la cocina, hace unos días, mi padre había tratado de convencerme de contratar a alguien para que aseara la casa y me alimentara, yo me había opuesto argumentando que yo podía sola. Siguió insistiendo hasta que se rindió a regañadientes. Era verdad, yo podía sola, no necesitaba que me ayudaran, podía ser independiente en algún sentido.
Después del desayuno comencé el aseo de la casa, comenzando por la cocina, no estaba tan sucio debido a que en la casa prácticamente era yo sola. Después de un rato termine en mi habitación recogiendo lo que estaba en el suelo.
El reloj marcaba las doce del día, afuera, el sol estaba presente pero sin duda las nubes tenían el cielo ganado, ya no nevaba pero si se sentía el clima fresco, justo como me gustaba.
A mi mente llego la idea de salir por ahí, entre al baño para asearme abriéndole al agua caliente, tampoco quería morir de frió ya que seguro las tuberías estarían heladas. Me deshice de mi ropa aventandola hacia el cesto, entre a la regadera dejando que el agua recorriera cada centímetro de mi cuerpo, tome el jabón pasándolo por mi piel para después lavar mi cabello. Debí haber tardado unos veinte minutos bañándome, salí envuelta en una toalla y busque la ropa adecuada para salir, elegí un pantalón negro entubado y una blusa blanca de manga larga, me vestí rápidamente ya que el clima comenzaba a tornarse mas frió. me puse unos converse negros de bota, los amarre dejando los últimos dos orificios de cada lado sueltos. Me dirigí al tocador para complementar mi imagen, tome la crema corporal y me la puse sobre el rostro y las manos, después de dejarla, me cepille el cabello haciéndome un partido del lado izquierdo dejando que mi cabello cubriera una parte de mi frente haciendo que se fuera al lado derecho. Abrí un cajón de mi armario buscando entre las prendas que habitaban ahí, encontré lo que buscaba después de unos segundos, regrese hacia el tocador, me puse el gorro de forma que mi copete saliera. 
Mire el reloj, el horario casi llegaba al numero uno, aun era demasiado temprano así que decidí perder un poco el tiempo, me fui hacia mi cama sentándome en la orilla, abrí un cajón de la cómoda sacando mi laptop, la encendí colocando después mi contraseña, me di cuenta de que aun no la había conectado al Internet inalambrico, suspire y la cerré, me levante colocandola bajo mi brazo, tome mi celular y baje hacia la cocina, puse la laptop sobre la mesa y fui hacia el modem para mirar la contraseña, al tenerla ya en mente la introduje en la laptop, prontamente tuve acceso a internet.
Abrí el navegador buscando YouTube, pensé por un minuto hasta que decidí lo que quería ver, escribí "One Direction" en el buscador.
Nunca los había escuchado, pero una chica llamada Ana me hablo de ellos durante toda una clase de Deportes. 
Salio una lista de vídeos y seleccione "What Makes you Beautiful". Me recargue en el respaldo de la silla esperando que iniciara, comenzaron las notas y las imágenes.
Después de poco mas de tres minutos el vídeo termino, los chicos se me hicieron atractivos y el ritmo de la canción estaba demasiado bien, tanto que quise escuchar otra, seleccione "One Thing" el ritmo era algo grandioso y me divirtió un tanto el vídeo. Aunque me gusto la banda decidí ver otros vídeos.
Des pues de lo que me pareció unos minutos mire el reloj de la laptop. Este marcaba las cuatro treinta de la tarde.
- Valla, ni siquiera me di cuenta.
Sonreí y apague la laptop, no quise subir a dejarla ya que me daba un poco de flojera, cuando regresara la subiría.
Tome las llaves y salí de casa, estando afuera dude un poco de que camino tomar, estuve así quizá por medio minuto mas hasta que opte por girar a la derecha.
Camine por quince minutos hasta llegar a la Plaza, no tenia idea de que iba a hacer, pero el punto era distraerme.
Recorrí muchas de sus tiendas, incluyendo las de ropa aunque en realidad no me llamaba la atención. Después de unas dos horas sentí que el hambre comenzaba a aparecer, busque algún lugar en donde comer algo y encontré una pizzeria, entre dirigiéndome a una mesa cercana a la ventana, atrás de mi llego un chico quien me sonrió. Parecía mas o menos de mi edad, cabello castaño, ojos realmente misteriosos, era un azul nivelado con el verde, era realmente atractivo.
- ¿Que pedirás?
- No tengo idea -sonreí.
- Bueno, puedo ofrecerte; pizza, hamburguesas, ensaladas... tu pide.
- Creo que ensalada.
- Pequeña sana.
Sonreí ante su comentario.
- Si, algo así...
- ¿Y de tomar?
- ¿Tienes agua de naranja?
El chico asintió.
- Entonces eso quiero -sonreí.
- Te lo traigo en minutos -sonrió y se marcho.
Saque mi celular y me puse a jugar en lo que esperaba, pasados tres minutos vi con el rabillo del ojo que alguien se acercaba, creí que era el chico pero me di cuenta de que no era asi cuando quien se acercaba se sentó frente a mi.
Levante la vista observando a mi nuevo acompañante.
- _____(tn), no creí encontrarte aquí -sonrió el chico-. Tenia planeado ir a verte a tu casa.
- ¿Ah si? -enarque una ceja.
De pronto el hambre se había convertido en nervios. 
- Si, es solo que quería invitarte... -dudo un par de segundos-. Sabes que la próxima semana es mi cumpleaños y yo solo quiero invitarte.
- ¿Enserio? Bueno gracias por la invitación -sonreí.
- Sera en mi casa, si quieres puedo mandar a alguien por ti... -propuso.
- No gracias Nick, no es necesario, en verdad. 
- Bueno, me encantaría quedarme contigo, pero tengo mucho que hacer -se encogió de hombros-. Te espero el Jueves _____(tn).
- Seguro -sonreí.
Nick se levanto y se acerco a mi dándome un beso en la mejilla acto seguido salio del lugar.
Sentí que mis manos comenzaban a sudar, me levante y me dirigí al baño, me lave las manos tratando de relajar los nervios que había sentido. 
Regrese a mi mesa y el chico de ojos majestuosos ya traía lo que había pedido. Dejo el plato y el vaso en la mesa.
- ¿Tu novio?
Mire al chico y sonreí.
- Solo es un amigo
- Ya veo, -sonrió-. Buen provecho.
- Gracias.
El chico se alejo volviendo a su trabajo, era realmente simpático.
Ojala tuviera un amigo así de agradable, podría ser el. Pero no lo conozco nada, ni siquiera se su nombre... en fin, ahora solo he venido a distraerme, alejarme del dolor.

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